¿Es peligroso comer pescado en exceso?
Más allá del título alarmista, sigue siendo muy aconsejable comer pescado, varias veces a la semana. De lo que vamos a hablar en el artículo de hoy, es del peligro de comer “ciertos pescados” cuando se consumen en exceso.
Pero vamos a ir por orden.
Primero vamos a hablar de qué es el mercurio, y qué toxicidad tiene. Después veremos dónde se encuentra este metal pesado, y sabremos cómo llega a los peces. Y de ahí a nuestras mesas y finalmente a nuestro organismo.
El mercurio es un metal pesado muy tóxico y además muy contaminante.
Se encuentra en la corteza terrestre, y sale a la superficie generalmente por la actividad volcánica.
También aflora a la superficie por la actividad minera, realizada por el propio hombre.
El mercurio se filtra por el subsuelo, hasta que finalmente acaba llegando al mar. Y una vez aquí, los peces respirando a través de las branquias, lo acaban absorbiendo.
Con lo cual la mayoría de los peces que nadan por nuestros mares, acaban teniendo mercurio en mayor o menor medida.
Dicho esto, ahora distinguiremos dos grandes grupos de peces.
Los que tienen una carga de mercurio pequeña, y los que tienen una mayor carga de él. Y enseguida sabréis por qué.
Todos conocemos el refrán de que “el pez grande se come al chico”.
Con lo cual los grandes peces depredadores, tienen su propia carga de mercurio que absorben por las branquias, más la que toman al ingerir la que tienen los peces pequeños que se comen.
De estos grandes peces depredadores, distinguiremos básicamente estos. El pez espada, emperador, el tiburón tintorera, el atún rojo
Estos tres son los que más relación tienen con el título del artículo de hoy.
De estos tres, el consumo máximo recomendado es de una ración a la semana. (1 ración en total. No una ración de cada)
Haremos un pequeño apunte aquí también, para mencionar al Bonito, la Merluza, y la Lubina, que estarían en una categoría intermedia. Se pueden comer sin ningún tipo de problema, salvo que se consumen en exceso.
Y finalmente en la categoría de pescados que se pueden comer a discreción, estarían prácticamente todos los demás. Aquí os dejo algunos ejemplos.
Lenguado, Boquerón, trucha, bacalao, salmón, panga, sardinas…
Y añadidamente, los cefalópodos y crustáceos, cómo la almeja, el mejillón, el pulpo, el calamar, etc.
Con lo cual, comiendo frecuentemente los pescados que son más pequeños, y esporádicamente los de formato grande, no tendremos ningún problema.
Ahora bien. Haremos dos excepciones.
La primera, es para las mujeres que están embarazadas. Durante todo el tiempo que dure la gestación, y la posterior lactancia, NO se recomienda el consumo de las especies grandes, ya que se lo puede transmitir (el metilmercurio) al feto a través del cordón umbilical, y puede ser causa de partos prematuros, o de bebés nacidos con poco peso.
La segunda, es para los niños, en los que hasta los 10 años, NO deben consumirlos porque al estar en pleno crecimiento, les afecta en su desarrollo neurológico.
Y de 10 a 14 años, consumirlo muy esporádicamente, con una ingesta máxima de una vez al mes. Ya comentamos, que para los adultos, sería de una vez a la semana.
Más allá de estas recomendaciones, y “sólo” con las precauciones anteriormente mencionadas, el consumo de pescado, ha de estar muy presente en nuestra dieta.
Es rico en Omega3, en vitaminas, minerales, y tiene poco aporte calórico.
Un consejo a la hora de cocinarlo, para que sea más saludable, y escaso en calorías:
Hazlo a la plancha, al horno, o cocido. Evita los rebozados, y los fritos.
Salud, y bon appetit.